30 junio 2009

No es fácil morir en Estados Unidos

Desde James Dean a Michael Jackson, desde Elvis Prestley a Marilyn Monroe y desde George Best a Lady Di no es fácil morir en Estados Unidos y en su alma gemela, el Reino Unido.





Descansar para siempre roza lo imposible, en estos países, cuando has sido actor de éxito, cantante, deportista o fotografía a toda plana en las páginas de sociedad. O cuando les abatieron los tiros, como a Kennedy y Lennon. Las dudas y misterios sobre su final, reales o inventados, les persiguen obsesivamente en el más allá.

No debe de ser fácil morir, cuando algunos de estos personajes ocultaron que les acechaba la Parca y jugaron con ella a la ruleta rusa de los estimulantes, los somníferos, el alcohol o la velocidad, quizás pensando que así la podían esquivar. En esa situación, sus muertes cogieron tan de sorpresa a los que no sabían de ella, como a los que les rodeaban y parecía que no lo querían saber.

Sucedió con James Dean, cuando rodaba Gigante y cumplió con su máxima de "Vive deprisa, muere joven y dejarás un bonito cadáver." En un descanso de la filmación se acomodó, con su mecánico, en su Porsche Spyder 550, dispuesto a echarle un nuevo pulso a la velocidad y a la vida. Se empotró, a 150 kilómetros por hora, bajo un vehículo que venía en dirección contraria. Pereció en el acto y el conductor del otro coche y su compañero de viaje resultaron gravemente heridos.


Era el actor protesta de la generación que avanzaba la contracultura hippy, la leyenda viva de dos filmes históricos que rompieron con el cine anterior, Rebelde sin causa y de Al este del Eden. Lo tenía todo y le faltaba todo: no lo pudo soportar. Contó a su compañera de rodaje, Elizabeth Taylor, que tenía la sensación de ser un gato abandonado, a las ocho de la tarde, en la calle 42 de Los Ángeles. Dejó su gato a la actriz, aceleró el Spyder y su cuerpo quedó destrozado en la carretera 46...


Como sucedería, después, con las de Marilyn, Elvis Prestley, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Brian Jones, John Lennon, Lady Di y George Best, la muerte dramática de Dean incrementó su leyenda. La historia se contó, y manipuló, de mil maneras: un suicidio porque la mujer a la que amaba -la actriz Pier Angeli- se había casado con otro; el coche no lo conducía él, si no su mecánico Rolf Wutherich; el gato que heredó Liz Taylor le había traído mala suerte...La muerte a cuchilladas de su amigo, Sal Mineo, con el compartió rodaje en Gigante y Rebelde sin causa y la de Wutherich, en otro accidente de tráfico, añadió conclusiones aún más descabelladas.


Tan claro parece que a James Dean le mató el exceso de velocidad, en una carretera de California, como que, de igual manera, acabó con la vida de la Princesa de Gales y de su amante en un túnel de Paris. Los barbitúricos, drogas, alcohol, o los tres juntos, se llevaron a Marilyn Monroe, Elvis Prestley, Janis Joplin, Jim Morrison, Brian Jones, Jimi Hendrix y a numerosos partidarios del slogan "sexo, drogas y rock and roll."


El informe Warren demostró que a Kennedy le mataron las balas del psicópata Lee Oswald, a Lennon las de un fan enloquecido llamado Marck Chapman y a Carradine unos juegos eróticos peligrosos, en el armario de un hotel de Bangkok. Para los jueces, la policía y la historia, todo parece bastante claro. Las versiones Made in USA y in England lo cuentan y contarán de otra manera: 100 libros aseguran que Oswald no estaba en Dallas aquél 22 de noviembre de 1963; hay quien "sospecha" que Lennon vive hoy en una isla pérdida; de Carradine no han tenido tiempo para inventar. Algún día dirán que Abel golpeó con la quijada del burrro a Caín.


A Michael Jackson le acertaron cuatro balas a la vez: la inmadurez de no haber querido crecer nunca, el complejo de una negritud bella y poderosa que las operaciones convirtieron en decrépita blancura, el temor a haber perdido para siempre su espacio y trono de rey del pop y las drogas y farmacopea para quitarse de encima sus obsesiones y dolores. Inevitablemente, era un cóctel mortal. ¿Qué nos contarán los creadores de opinión, dentro de unos años, de este genial creador artístico y ser humano fatal? No se ha cumplido una semana de su muerte y ya comenzaron a fabular.

Artículo de José Antonio Gurriarán publicado el día 30.6.2009

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